Kevin Johansen en Niceto: Que no pare la fiesta
Kevin Johansen demuestra que alegría, simpleza y calidad en la música pueden combinar más que adecuadamente.
El lugar: Niceto. El motivo: Celebrar el fin de año con Kevin Johansen. El nombre del show: Fin de Fiesta (como una de sus canciones). El resultado: Un largo pero no por eso denso show de más de dos horas y media en donde Kevin Johansen y los “The Nada” dieron un hermoso y contundente repaso por sus discos. Así, sin solución de continuidad, pasaron canciones del último disco como “Es como el día”, cantada casi a dúo con Miranda Johansen, y la hermosa “Zambaguala del Viajero”, cantada con Ricardo Mollo en el disco pero no en Niceto, aunque nuevamente con Miranda sonó muy bien igual. Y, también, viejos hits como “Guacamole” y “En mi cabeza”, de aquel primer disco hace ya más de quince años.
¿Qué música toca Kevin Johansen? Difícil pregunta. Es un simpático inclasificable. Hay un hilo conductor. Nada de lo que se produce del Río Bravo para abajo parece serle ajeno, pero a todo ese combo tampoco lo pone colorado mezclarlo con lo clásico del Rock Mundial. Y todo esto, que podría ser la antesala de un verdadero fiasco musical, acá resulta. Resulta por el carisma de Johansen, por la ajustada banda que lo acompaña –entre los que está el emblemático Enrique “Zurdo” Roizner, quien supiera tocar con Piazzola, por ejemplo-, y por el valor de las composiciones. Lo que respalda el show son las canciones. Variadas, pero con un hilo conductor, hay algo que une esa chacarera, esa cumbia, no se puede saber bien qué, pero hay algo, y eso lo hace un show amable para el oído. Y donde, como en toda fiesta, se la pasa bien. El buen clima es, quizás, la gran carta de presentación de los shows. Y eso hace que, como toda fiesta buena, uno quiere volver a vivirla.