Review: La Llegada (Arrival)
Durante el primer pasaje de 2001: A Space Oddyssey (1968), un grupo de monos se revoluciona ante la misteriosa aparición de un monolito. El temor a lo desconocido repercute inmediatamente en la conducta de los primates. En Arrival (2016), 12 OVNIs aterrizan en distintas locaciones aleatorias del Planeta Tierra. El humano, a diferencia del mono, acciona de manera inmediata e inteligente, manteniendo una postura defensiva y expectante.
Denis Villeneuve, director ya consagrado en el universo Hollywood gracias a películas como Incendies (2010); Prisoners y Enemy (2013) y Sicario (2015), se mete de lleno en la ciencia ficción para parir un film que se posiciona como una nueva piedra angular del género. Basada en el relato Story of Your Life (1998) de Ted Chiang, Arrival narra las peripecias de la lingüista Louise Banks y el físico teórico Ian Donnelly (interpretados por una maravillosa Amy Adams, picando en punta para la próxima temporada de galardones, y un correcto y sobrio Jeremy Renner) intentando hacer el primer contacto con una raza alienígena. Ésta no solo es la premisa, sino también su nudo y desenlace. Y es allí, precisamente, donde Villeneuve halla otra vuelta de tuerca y expande una palestra de interrogantes: ¿por qué están aquí? ¿De dónde vinieron? ¿Por qué no atacan? ¿Buscan colonizar a la raza humana? ¿Son enemigos? Y un largo etcétera.
Durante 90 minutos por día, una puerta se abre en la base de los platillos y el selecto grupo de profesionales se introduce en la nave. El reto es lograr comunicarse y desentrañar los interrogantes ya mencionados. Louise e Ian contactan con dos alienígenas de formación tentacular identificados como heptápodos, posteriormente bautizados como Abbot y Costello. El vínculo irá hilvanándose a fuerza de mensajes codificados desde ambos lados.
De pulso hermético, las casi dos horas de metraje se vuelven hipnóticas y estimulantes. Si bien algunos matices que maneja el director canadiense son ampulosos –como ya ha demostrado anteriormente–, esa tónica rebuscada y pretenciosa funciona. Influenciada por grandes valores como Close Encounters of the Third Kind (1977) de Spielberg y The Tree of Life (2011) de Malick, Arrival se alza sobre sus propios cimientos como una de las nuevas gemas de la ciencia ficción.