Nuevamente al Attaque
Será una noche para el recuerdo: después de 7 años de silencio de estudio, Attaque 77 volvió a los escenarios (de los que nunca había escapado) para presentar un nuevo trabajo discográfico. Y las nuevas canciones no desentonaron en lo más mínimo dentro de un contexto rodeado de clásicos coreables y mucha emoción.
La cosa empezó movida con Ejército de Salvación, para continuar con una seguidilla de canciones contestatarias. En esos primeros minutos, que sirvieron para acomodar algunos desperfectos sonoros, también sonaron Más de un millón y Surfeando el soretero, además del clásico decembrino, Papá llegó borracho, track incluido en el primer disco de la banda.
Llegó el momento de uno de los temas emblemáticos del nuevo disco: A cielo abierto propone la discusión sobre la explotación minera y deja claro su punto de vista. Mariano Martinez se detuvo un momento para aclarar, por si hacía falta, el mensaje de la canción y poner en su lugar a aquellos que atacan a la banda desde las redes sociales. Y el “esto es Attaque la puta que lo parió” no tardó en aparecer, como un gran coro unánime.
Un medley acústico funcionó como freno a una vorágine que no había tenido silencios. Allí, en un set que incluía, por ejemplo, una versión acústica de Redeption Song, todo fue tranquilidad e introspección. “De esta manera repasamos nosotros los temas en privado, para prepararlos para los shows y lo queríamos compartir para el público” comenta Mariano, aunque también aclaran, con ese humor que los caracteriza, que lo van a seguir haciendo, “porque es más barato”.
Sobre el final, Martinez comenta un sueño. El de festejar los 30 años, próximos a cumplirse, en el estadio de obras.
La velada cerró con tres clásicos inoxidables: Western, Espadas y Serpientes y Donde las águilas se atreven. Una vez más, Attaque 77 demostró su vigencia, no sólo para interpretar los temas que los hicieron famosos, sino también para hacer sonar nuevas canciones. El nuevo disco parece funcionar como una revitalización de sus shows en vivo. Y si es así, valió la pena la espera.