Anthropoid: Dar la vida por la patria una vez más
"Sometimes you have to pick a side” dice uno de los protagonistas de “Anthropoid”, una película que se sirve del tópico de la segunda guerra y busca llevar a un primer plano al héroe nacional, aquel que elige estar de un lado de la historia: El lado de los que dan la vida por la patria.
Con el objetivo de homenaje, la televisión checa lleva a cabo esta producción, donde se muestra la historia de cómo dos miembros de la resistencia praguense vuelven a su país luego del exilio, para cumplir con la Operación Anthopoid, que consistía en matar a uno de los nazis más poderosos, Reinhard Heydrich, para desestabilizar el régimen en Checoslovaquia.
Pensar el ideal nacional y la historia, más aún este período bélico, es un proyecto sobre el que muchos se han montado, desde distintas perspectivas, algunos con más éxito que otros. ¿Cómo se instala "Anthropoid” en lo que parece, a esta altura, un género aparte como lo es el cine sobre la segunda guerra? Con diversos aciertos y grandes fallidos.
La película se encuentra con dos grandes problemas que competen a una falta de presupuesto y un guión débil, que sólo logra hacerse fuerte cuando recurre a lugares comunes del tema que se está tratando, como las inhumanas torturas del nazismo, los discursos heroicos, el sentimiento de amor, injusticia e impotencia. Es dirigida por el británico Sean Ellis, pero podría pensarse que parece propia del imaginario “yanqui” y su búsqueda de construir al enemigo nazi.
La ambientación no está mal lograda, pero de a ratos se vuelve artificiosa, debido a la inexistencia de una dirección artística. Una producción que genera ajenidad con respecto a la guerra, lo que no debería suceder, ya que no es la intención. Más aun sumándole el hecho de que está rodada en inglés. Se producen pequeños quiebres en el verosímil y es ahí donde pierde.
Sin embargo, puede ser recomendada para un público que busca entretenimiento. “Anthropoid” ofrece recursos del cine histórico, pero termina fundiéndose en características propias del cine de acción, desde la construcción de personajes, de escenarios, la musicalización, las destacables escenas de tiroteo. Al principio puede volverse lenta, pero luego sabrá complacer a este público con los recursos a los que este acostumbra. No se puede no hablar de las actuaciones de Cillian Murphy y Jamie Dornan, encarnando a Jan Kubiš y Jozef Gabčík, estos dos insurgentes: ambos actores salvan los costados más frágiles de la película.
Tal vez no consiga dialogar con su presente o las nuevas generaciones, pero no deja de ser una historia que merece ser llevada a la pantalla grande y no deja de ser una buena opción para tener en cuenta.