Atzmus, la potencia espiritual
El viernes por la tarde, en el marco de Ciudad Emergente, Atzmus mostró potencia y espiritualidad. Potencia en su música (con inserciones melódicas que remiten a medio oriente), y su actitud. Espiritualidad en sus letras, vinculadas a al trascendencia, a lo religioso, a lo positivo.
La banda liderada por Eliezer Barletta y formada en 2008, se encuentra presentando su tercer disco. En ese momento de desarrollo musical lo encontró el show brindado en la Boca, mientras preparan nuevas presentaciones en la Ciudad y en el Gran Buenos Aires.
La tarde siguió con potencia en el escenario 220, mientras en la Usina se desarrollan actividades diversas, desde lo musical a otras expresiones artísticas
Las condiciones climáticas no eran las mismas que el día anterior, habían aparecido de nuevo los buzos y camperas en los espectadores que se dieron una vuelta por la calle que sale de la Usina, y que bordea la autopista y el riachuelo para ver a Camus, a Fetzet, a Mustafunk o a Fantasmagoria.
Ya caída la noche llegó el gran show de Massacre, con canciones compuestas hace muchos años, para que Walas desarrolle su verborragia habitual y la banda encante esas superposiciones de sonidos que tan bien saben hacer. Pero esa fue otra historia. Cuando al sol le quedaba todavía un recorrido para esconderse el piso tembló. Fue cuando tocó Atzmus.