Review: Batman: La Broma Mortal
Antes de hablar de la película, aclaro tres cosas: 1) Las películas animadas de DC comics no siempre me caen bien, en especial cuando adaptan historias clásicas que yo aprecio mucho; 2) “Broma Asesina” es una historia clásica que yo aprecio mucho; 3) Es un comic tétrico, cínico, violento y, en lecturas más modernas, hasta misógino. Es muy difícil de adaptar. Lo dicen los fans que creen que es tan genial que no gana nada siendo una película y los detractores que creen que no hay que celebrar con una nueva audiencia una historia con ciertos valores discutibles.
El estreno de “Broma Mortal” me encontró con cierta incertidumbre y me alegró descubrir una película muy creativa, muy meta-textual y llena de afecto. Eso último es inherente en las animaciones de Bruce Timm (artífice de “Batman, la serie animada”): ese afecto contagioso, no sólo por las revistas, sino por sus personajes, esos que gritan, aman, lloran y ríen, mientras el mundo explota a su alrededor.
¿De qué trata la película? Bárbara Gordon (Tara Strong), hija del comisionado, es bibliotecaria de día y Batichica de noche. Y tiene una relación medio complicada con Batman (Kevin Conroy), su mentor en la lucha contra el crimen, y va a complicarse mucho más incluso antes de que el Guasón (Mark Hamill, el jedi) entre en escena con un plan perverso entre manos: un último chiste.
La primera mitad no se basa en nada, está llena de momentos de humor, acción, melodrama interpersonal. La segunda mitad es el cuento de terror de Moore y Bolland acerca de Batman y el Guasón, lleno de monólogos profundos, atmósferas cargadas y un final ambiguo que deja la audiencia fría y en silencio… hasta el epílogo a mitad de los créditos que cierra la primera historia y hace que la audiencia aplauda.
Es una película extraña en la que se contraponen los héroes de Moore, que se pelean y pelean hasta cansarse y olvidarse de por qué se pelean, y los héroes de Timm, que se pelean y se caen y se levantan para seguir peleando. Son dos autores muy distintos, dependerá de cada uno ver que tanto se concilian los dos universos al final de la película. Recomiendo verla con un balde de pochoclos en una mano y un comic en la otra. El pochoclo es opcional.