top of page
Buscar

Paul McCartney: Magia y misterio

  • Daniel Riesgo
  • 24 may 2016
  • 2 Min. de lectura

Señores; "no hay nada que explicar" dijo Marcos Lopez en una de sus clases magistrales de arte. ¿Por que? Porque frente a la obra de arte hay que conectarse con la emoción, y esa es la gran contradicción, o mejor dicho la gran tensión, entre los críticos y los espectadores.


La lucha del espectador atento, por escapar del mandato analítico del crítico que señala el camino de cómo debe comportarse el espectador, de por qué el artista no tiene mucho más para dar, de por qué repite canciones del pasado un sinfín de fechas, historias y números, escrito solo para denotar que el crítico sabe no solo más que el espectador, sino más que el artista.


Pero el arte es un lenguaje mágico que escapa a los críticos en la mayoría de las veces.


Paul es un artista genuino, y como tal irradia como un sol su música generando un universo de corazones solitarios que se unen en un estadio en un encuentro mágico.


Publiqué hace unos días que el concierto de Paul McCartney fue uno de "los más hermosos que viví.". ¿Por qué no dije "concierto que vi"?, precisamente porque cuando tenemos la dicha de encontrarnos con un artista elevado, lo que se genera es magia y el espectador se envuelve en esa misticidad.


Si algo sabían hacer los Beatles era movilizar emociones, como todo gran artista. Paul dijo una vez “Sólo hay cuatro personas que sabían lo que los Beatles eran” y nosotros tuvimos la suerte de estar frente a uno de ellos hace unos días.


Tocó maravillosamente bien. ¿Qué tocó? Cada parte maravillosa de nuestras vidas en las que la música de los Beates, Wings, y Paul solista estuvo. Cómodo, haciendo con la música lo que siempre quiso, ser un inigualable frontman, a diferencia de los otros Beatles.


Junto a él, cuatro músicos que sonaban como veinte, en un show tan largo como cada uno de nuestros recuerdos y vivencias merecían. Casi tres horas de show.


Emotivos homenajes a John y George. Un encuentro donde también gobernó el secreto y la intimidad. Pocos artistas pueden estar solos con un instrumento, logrando el silencio de miles, y haciendo sentir que cada uno de nosotros estaba solo frente a él. Recuerdo en 1988 la gira de Anmensty International en Buenos Aires, Sting solo con su guitarra en el estadio de River tocando “Message in a bottle” y a Lady Gaga tocando “Imagine” en el Live at Baku 2015 European Games Opening Ceremony.


"Compartir", "Comunión", "Confraternidad". Sí. todo esto pasó, en un encuentro que vibro como el festejo de una gran familia. Entonces el arte tiene sentido, entonces el arte cumple su función divina. Lo podré decir cuando pasen los años: “formé parte de la Gira Magica y Misteriosa”.


 
 
 

Comments


Follow Us
  • Twitter Basic Black
  • Facebook Basic Black
Últimos posts
bottom of page