Review: Caída del Cielo
“Caída del cielo” era una de las promesas del cine nacional por el lado de las comedias no tan tradicionales. Sin embargo, las actuaciones no lograron salvar algunos inconvenientes del resto de la puesta que hacen que esa promesa no se cumpla.
La propuesta, que estuvo bajo la dirección de Néstor Sánchez Sotelo, dejó sabor a poco. En un poco más de una hora nos encontramos con la historia de Julia (Muriel Santa Ana) y Alejandro (Peto Menahem), quienes se encuentran en el patio de él cuando ella sorpresivamente cae del cielo. A partir de allí los dos se encuentran obligados a convivir, él por cortesía y ella por no tener reparos en pedir favores
Los dos personajes son solteros en sus cuarentas, cada uno con su historia y sus peculiaridades, se definen como sociópatas pero la construcción de los personajes parece estar lejos de pintarlos como tal. Son dos solteros lidiando con sus vidas, que tras una desgracia tienen la fortuna de conocerse y aunque les cueste aceptarlo, cada uno encuentra en el otro algo que estaban buscando, cada uno a su manera.
Sin embargo, más allá de lo que pueda rescatarse, son personajes que no terminan de construirse, incluso parecen incoherentes durante algunos momentos. Lo único que salva las situaciones incomodas suelen ser las actuaciones de Santa Ana y Menahem. Cabe recordar que ambos son actores de teatro ya consagrados con algún paso por los medios masivos, que saben cómo sacar una sonrisa con cada intervención o emocionar si es necesario, pero esto parece poco para la historia que parece incompleta.
Son justamente las actuaciones de los actores lo que hacen la puesta más llevadera, porque en su desarrollo, la historia parece ser un conjunto de escenas simpáticas donde se abren varios caminos para encaminar la historia, pero que nunca se desarrollan. Ni los problemas psicológicos de los protagonistas, ni la relación con el ex, ni con el trabajo, finalmente ni la relación entre ellos pareciera tener mucha coherencia más que la necesidad de no estar solos. Antes de empezar a descifrar a los personajes, la película termina, adecuadamente pero también de manera apresurada.
Lo más interesante que propone el film es que no nos encontramos con las típicas idas y vueltas de las comedias románticas, sino que las idas y vueltas las tiene cada personaje mientras tratan de soportarse el uno al otro y es así como se terminan conociendo y encariñándose.
Si bien la propuesta se planteaba desde un principio como una opción diferente a las típicas comedias románticas nacionales, termina siendo un poco más de lo mismo con algunas particularidades que realmente no hacen una gran diferencia y terminan dejando sensaciones encontradas, la idea de que algo falta o que algo mas se podría haber contado.