Review: The Ranch
Desde el momento cero, The Ranch generó expectativas. Ashton Kutcher y Danny Masterson (A.K.A Kelso y Hyde) juntos otra vez para hacer reír al público. Es una lástima que no lo hayan logrado. Netflix se puso a la carga con esta nueva serie que consta en su primera temporada de 20 capítulos: el pasado 1 de abril se liberaron los primeros 10, y en algún momento no confirmado del año, estará disponible el resto.
Cuando las últimas y mejores producciones de comedia que trajiste al mundo fueron Love y Master of None, la vara no puede bajar de eso. Entonces, cuando a los productores de The Ranch se les ocurrió utilizar el viejo formato de cámara fija y risas en off del público, los resultados no fueron óptimos. La nueva sitcom del servicio de streaming mantiene un formato casi viejo: esta no es la forma en la que el público busca comedia ahora.
Las fallas no solo están en lo técnico. No, en cuanto a argumentos, la historia deja mucho que desear. Colt Bennett (Kutcher) fue en algún momento una promesa local del fútbol americano. Tras perseguir su sueño y quedarse en el intento, regresa a su hogar en una hacienda al oeste de Estados Unidos, en Garrison. Allí tiene la oportunidad de reencontrarse y reconectarse con su familia: sus padres divorciados, Beau (Sam Elliot) y Maggie (Debra Winger), y su hermano mayor Rooster (Masterson). Sí, la historia tiene todos los clichés del treintañero soltero cuya familia es disfuncional.
No solo eso, sino que la dinámica de los Bennett podría ser lo que salva a The Ranch de sus paupérrimos guiones, dado que la temática “familia disfuncional” es una de las más exitosas en los últimos años en televisión (vale nombrar a la aclamada Modern Family, como ejemplo). Pero no, ni eso, porque Colt y compañía no aportan nada original. ¿Qué quiere decir esto? Tanto el argumento como los chistes y gags se tornan totalmente predecibles, lo cual le saca mucho disfrute a la sitcom. Por otro lado, la familia tipo yanqui puede ser cuasi llamativa si se vive en Estados Unidos, pero en países que no comparten esos costumbrismos es más complicado reírse de las situaciones que éstos traen.
Es difícil traer el formato “antiguo” de The Ranch a un servicio moderno como Netflix, en donde algunas comedias fueron apuestas audaces con grandes resultados. La sensación que dejan estos primeros 10 capítulos es que ni la segunda mitad de la serie podrá salvarla. Si lo que los nostálgicos de los 2000 esperaban era una linda reunión de That ‘70s Show, con resultados mínimamente divertidos, mejor volver a ver capítulos viejos de Kelso y Hyde y no gastar el tiempo con los Bennett.