Tan grandes como la galaxia: Él Mató a un Policía Motorizado en Vorterix
- Giuliana Bleeker
- 8 abr 2016
- 3 Min. de lectura
Luego de los shows del 1 y 2 de abril, El Mató cerró su trilogía en el Teatro Vórterix presentando Violencia, su más reciente EP, junto a un gran setlist.
El Mató a un Policía Motorizado no es solo una de las gemas más importantes del rock independiente argentino de la última década, sino que es una banda por demás necesaria e indispensable para entender el paradigma, la construcción y el porvenir de una generación de jóvenes músicos en constante búsqueda de lo distinto. Un “aire fresco”, como reza una de sus más nuevas canciones, que abre el camino del desprejuicio y la originalidad a la hora de crear el mejor modo de comunicación inventado por el hombre, la música.
En el marco de las anunciadas tres funciones seguidas del mes de abril, anoche los platenses le dieron punto final a su trilogía del Vórterix. Un jueves con el Teatro lleno desde temprano que además contó con la presencia del músico Aldo Benitez en formato trío.
Aproximadamente a las 21:20 y con el canto del público alentando ante la espera de la aparición del grupo, las luces del Teatro se atenuaron para dar por comienzo al show. El telón aún permanecía cerrado cuando la emoción emergió al escuchar como intro The Ecstasy of Gold del gran Ennio Morricone, banda sonora de El bueno, el malo y el feo, uno de los mejores films de la historia y, en congruencia con lo que se daba esa noche, también considerada última pieza de una trilogía. A continuación, allí estaban ellos: Santiago Motorizado, Niño Elefante, Pantro Puto, Chatrán Chatrán y Doctora Muerte dando el presente arriba del escenario con Rucho, su brillante nuevo tema instrumental. Aplausos y gritos que invitaban a seguir con una lista donde nos encontramos con temas como El héroe de la Navidad, Dos galaxias, Vestidas de Poder y el tan esperado siempre Viejo, ebrio y perdido. Suena Violencia, canción que da nombre a su muy bien recibido EP. Noche Negra y La Cobra, dos flamantes integrantes de La Dinastía Scorpio, disco que representa un antes y un después en la trayectoria de la banda, también tuvieron su lugar. “El Mató, vamos El Mató”, coreaban los fanáticos en el salón, y desde arriba Santi Chango Motorizado agradecía con genuino cariño. Y aquella multitud de vez en cuando se hacía escuchar más fuerte que el grupo mientras cantaban que otras multitudes Vienen bajando.
Suena Mujeres Bellas y Fuertes, tal vez una de las más festejadas. Día de los muertos, Yoni B y La Celebración del Fuego para esperar por un nuevo amanecer para la galaxia. La pegadiza Chica de Oro se pierde en un vigoroso pogo que luego da paso a la melodía armoniosa de El fuego que Hemos Construido y las incipientes El Baile de la Colina y Aire Fresco. La noche continuaba en su punto más alto cuando sonaron Navidad en Los Santos, Guitarra Comunista y otra de esas canciones para saltar y poguear interminablemente como sucede con La Cara en el Asfalto. Eran ya los últimos temas y por supuesto no nos iban a dejar con las ganas de cantar a viva voz que en esta vida todo sigue Más o Menos Bien. Y para despedirse, los muchachos de La Plata no se quisieron quedar cortos y nos regalaron el ferviente Mi próximo movimiento y su más popular single Chica Rutera. Un show completo, emocionante, el final de una trilogía que resalta la madurez de una banda que renovó nuestro rock nacional para siempre.
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