Review: El Libro de la Selva
- Gimena Querejeta Rial
- 6 abr 2016
- 2 Min. de lectura

“El libro de la Selva” es la primera película del año de Disney en la que se revive un viejo film de un cuento clásico utilizando tecnología CGI agregada a lo que se conoce como live-action. Como carta de presentación para la serie de revivals que anunció Disney para este año, la puesta estuvo a la altura de las circunstancias.
La película que revive el film clásico de animación 1967 deja en claro que su fuente es la historia original del libro de Rudyard Kipling y no la animación original de Disney. Pero lejos de ser un inconveniente el aggiornamiento de la historia a formas más modernas de narrar y especialmente a las nuevas tecnologías, tuvo como resultado un film memorable.
Nos volvemos a encontrar con los recordados personajes de siempre, Mowgli, Bagheera, Baloo, Shere Khan, Kaa, King Louie y sus pegadizas canciones, pero también aparece otro costado de la historia que nos acerca un poco más al travieso niño criado por lobos. Raksha y Akela, los padres lobos de Mowgli, aparecen para aportar el costado emotivo a la historia. También se suman a la historia una incontable cantidad de simpáticas criaturas de la selva que aparecerán para distender a los más chicos cuando las cosas se ponen difíciles. Y es que este revival no deja de ser una película para chicos, como lo fue su antecesora, pero agregando un poco mas de tensión y violencia discreta para una audiencia ya acostumbrada a eso.
Además de estos cambios aparece una nueva historia que quedaba implícita y no se desarrollaba en la antigua versión. El fuego o la flor roja, como la llaman los habitantes de la selva, es el hilo conductor de la historia. Una historia que es contada con simplicidad, que cierra de punta a punta y no deja cabos sueltos. Podría decirse que Disney hizo lo que se esperaba que hiciera, recalibró una ya adorable y conocida historia para los espectadores del 2016.
Pero los meritos de la productora no se quedan en la narrativa. Con los años el perfeccionamiento de la tecnología CGI y de live-action se hace notar cada vez más. La calidad del trabajo de postproducción es de la calidad que se le demanda a un gigante como Disney.
En definitiva el film cumple con lo esperado, 3D bien realizado, posibilidad de verlo en 4D, celebridades que dan voz a los animales de la selva, gran calidad en las animaciones y un aggiornamiento correcto y realmente necesario de la historia. Con esto Disney demostró una vez más que sigue ocupando un lugar en el cine de animación del cual no piensa moverse.
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