Eruca Sativa dejó sus Huellas Digitales en el Konex.
Cuando había sido anunciado meses antes que Eruca Sativa volvería a presentarse en formato electroacústico, aunque esta vez a cielo abierto, también había sido anunciada la fecha de reprogramación del mismo en caso de que las condiciones climáticas no fueran las adecuadas. Nadie había prestado demasiada atención a que esto podría llegar a realizarse tres días después, hasta que durante los días previos el clima no acompañó, y en un viernes completamente pasado por agua, desde los perfiles oficiales de Eruca en las redes se anunciaba que el sábado al mediodía confirmarían si el show se llevaría a cabo o no.
El sábado cerca de las 14.00 horas, finalmente se anunció lo que esperaban: no se cancelaba. Si bien la madrugada había sido lluviosa y hasta el mediodía todavía se podía ver cómo el cielo seguía cubierto, casi mágicamente el mismo se despejó y la temperatura también acompañó.
A las 19.00 darían puertas en el Centro Cultural Konex, pero ya desde una hora antes se podía ver cómo la cantidad de gente que esperaba para ingresar se extendía a lo largo de la cuadra.
Una vez adentro, la energía era contagiosa, el público estaba expectante porque hacía más de un año que la banda no se presentaba bajo este formato, y todo parecía acompañarlos. El clima era cálido, el cielo se encontraba estrellado y ya en el patío del local ubicado sobre la calle Sarmiento no quedaba mucho espacio libre.
Cerca de las 20.10 las luces bajaron, y al frente del escenario aparecieron ellos: Gaby, Lula y Brenda sentados, los tres con acústicas en mano. “Mi Canción” fue la elegida para dar inicio al espectáculo. El aire folclórico de la misma y la potente voz de Lula parecían ser sólo más agregados para que todo se luciera al máximo. “Para Nadie”, “Una Vida” y “Tanto Tiempo”, siguieron en la lista y fueron también las que completaron este set de los tres al frente a modo acústico.
El set electroacústico arrancó con “Desátalo”, que fue sucedido por “Mi Apuesta” y luego por tres canciones de “Blanco”, su último disco de estudio.
En “Enmudecer”, el primer violín, a cargo de Guillermo Rubino salió a la luz para acompañar al power trío.
“Cuánto Costará” fue la canción elegida para la salida de los Nicos: Velez, en percusión y acústica, y Sorín, quien además de dirigir a la orquesta, fue el encargado de escribir todos los arreglos de las cuerdas y los vientos.
“Ciudad”, el track inédito del grupo, los volvió a encontrar a los tres solos arriba del escenario, aunque lo más destacable en esta canción es la potente voz de Bertoldi, que le pone la piel de gallina a más de uno.
Ahora sí, a banda completa, incluidos vientos y cuerdas, comenzaba la parte más movida de la noche.
“Frío Cemento”, “Agujas” y “Paraíso en Retro” dejaron ver el excelente trabajo de Sorín en los arreglos compuestos para este show y pusieron a bailar a la gran mayoría de los presentes.
“Para Que Sigamos Siendo” siempre es uno de los momentos más emotivos de la noche en cualquier recital del trío, y este no sólo no fue la excepción, sino que para continuar por ese camino, al finalizar siguió “Amor Ausente”, que contó con Juan Pablo Rufino como bajista invitado.
“Magoo” y “El Balcón” dos de las favoritas del público, fueron las elegidas para cerrar el show. Finalizada esta última los seguidores comenzaron a cantar “¡No se va, Eruca no se va!” a lo que Lula respondió “¿No nos vamos? ¡Bueno, nos quedamos!” y dieron un cierre inesperado a la noche cuando de repente se pusieron eléctricos e interpretaron “Nada Salvaje”, último single de la banda.
El público estalló en pogo y coronó una noche que fue todavía más de lo que se prometía. Como siempre que el power trío se presenta, superaron todas las expectativas.