Review: Roberto Monstruo- Las Voces
De movida, la hermosa tapa del álbum nos hace pensar en un paseo por la Patagonia. Sur profundo, encantado de paisajes maravillosos. Ruta 40. Montañas, ríos, caminos de ripio, en fin, toneladas de plenitud. Pero cuando le das play a la música, te das cuenta que todo no es tal como te lo contaron de chico. Y ahí está Roberto Monstruo, desde Punta Alta hacia el mundo, para narrártelo a su manera en “Las voces”.
El disco abre con un rock cabeza, fisura mal. "Guillotina" suena tanto a Viejas Locas que emociona. La voz grave de Roberto es lo todo, aunque dé un poco de miedo. Más luego, con el correr del álbum, descubriremos que no hace daño y que quiere ser nuestro amigo.
En "Ed Gein", tras el inicio, comienza a cambiar la cosa. El aspecto de sucio rock de garage persiste, pero esta vez con un tono más indie. Las letras empiezan a destilar terror, y con el nombre del tema no es para menos (vale googlear a Ed Gein). "Con tu carne una máscara haré, para asustar a mis padres. Enviaré tus dedos por correo e incendiaré mi cabello". Especial para escucharlo de noche, a la vera del camino en una zona rural. Campo, campo absoluto. Pastizales y soledad.
Así las cosas, "Iggy and The Stooges" es depresión pura y nos encanta. Drama existencial, imponente. La voz de Roberto raspa, te hace un tajo en el pecho. Siguiente tema, el que le da nombre a la placa: "Las voces". La distorsión no cesa, y todavía falta más de la mitad de viaje. No importa, no hay ningún apuro por llegar. La lírica continúa desparramando imágenes crudas, eso es lo maravilloso: "Él se fue muriendo. Conoce bien al viento y sus ventajas". Promediando el disco, "Sus cuadros". Punk y machaque, la fórmula del éxito. "Destruiré el planeta en el que solíamos vivir", por su parte, se asemeja más a una road movie indie del apocalipsis. Brillante.
El sonido es avasallante, la pose masculina de Roberto te pisotea. En "Fabián", sin embargo, nos demuestra que su alma es sensible y le dedica una a su amigo. Conmovedor. Y siguiendo la línea melancólica, "Eli". "Él se ha ido, no ha vuelto y no volverá".
Pero la monstruosidad no se va, no será sencillo liberarse de ella. Sino, escuchate "Los gritos en los truenos". Folk eléctrico, atardecer otoñal que se acerca. Próxima estación, "Tu nueva familia". Sabor a despedida agridulce, como todos los adioses. Ruidoso, contiene secuencia poco festiva correspondiente: “Y tal vez te van a sacrificar, tal vez te torturarán”.
Roberto Monstruo lo ha hecho de nuevo, señores. “Las voces”, una joya que debe ser oída. Que el horrorpunk, tal como él mismo denomina su obra, nos encuentre unidos y abrazados.