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Federico Cyrulnik: Los buenos chistes son como el vino

En muy poco tiempo, Federico Cyrulnik logró convertirse en uno de los mejores humoristas jóvenes del país. A base de buenos chistes, videos y twitts, se hizo un lugar en el mundo cada vez más poblado de la comedia. Por eso, hablamos con él, sobre las bondades de un buen comediante, su estadía en Mexico y mucho más.

Sos actor, notero y comediante. ¿Cómo arrancaste con la comedia?


Estudie teatro en Andamio 90, hice improvisación y fui jefe de contenidos en Disney. Me gustaba la comedia, conocí a Fernando Sanjiao y comencé con clases de stand up con él. Las clases duran 4 meses y después de eso uno hace la carrera solo, pero Fernando fue un gran profe y me ayudó mucho. Habló muy bien de mí, me hizo el aguante en varios lugares y me recomendó. Eso fue un gran apoyo. Después en la comedia depende todo de vos; cuántos chistes buenos escribas, cuánto te presentes y cuánta cantidad de horas a la semana le dediques. Es un laburo que requiere mucho esfuerzo y la recompensa viene tarde, es decir, tarda unos años en empezar a funcionar y generar plata. Al principio es bastante jodido y es muy difícil. Parece fácil, pero no lo es. Estar parado con un micrófono no es difícil, pero sí es un laburo grande de guion, de trabajar mucho los materiales, uno tiene que lograr que los chistes estén cada vez más graciosos, y que sean más efectivos. A veces tarda mucho tiempo un chiste para que sea bueno, como el vino.

Igual que el vino también, hay un tiempo que el chiste deja de funcionar. Un chiste de actualidad no soportaría el paso del tiempo, un chiste muy general te puede servir por mucho tiempo. Y un chiste sobre un momento de tu vida también te puede acompañar por mucho tiempo pero después no va más. Hay gente que habla mucho de estar en pareja y después dejan de estar en pareja o hablan de estar solteros y después se ponen de novios. Ahora yo hablo de que me tienta agarrar el martillo del bondi y me va a tentar toda la vida, eso si no me va a dejar de pasar nunca.


¿En qué te basas para escribir el material de tu stand up?


En mi vida. Lo que cuento que pasó me pasó realmente todo, lo puedo exagerar y manipular un poco para que sea más gracioso, pero todo sale de un impulso real. Nunca voy a decir algo que no tenga nada que ver con mi vida solamente porque fue una idea de ficción. O sea, de verdad me pasó de todo.


¿Qué significa ser un buen comediante?


Un buen comediante es alguien que estuvo mucho tiempo, que supo crecer con los años y que es capaz de hacer un monologo solo e ir cambiándolo con el paso del tiempo.

A mí me gustan mucho los comediantes que tienen llegada y efectividad. Me admira que hayan logrado que a mucha gente le guste lo que hacen. Y siempre pasa eso con comediantes que se lo merecen de verdad, es muy raro que un comediante no sea bueno y llegue a laburar mucho. Porque es tan duro el camino, y tan difícil y sincero que la gente se ríe en serio, es decir, nadie obliga a la gente a reírse y si se ríen en un unipersonal y lo recomiendan es muy bueno.


¿Tenés influencias?


Fui teniendo diferentes. Apenas empecé a hacer stand up me gustaban mucho Ricky Gervais y George Carlin, eran los dos comediantes que más miraba, y sacaba cosas de ellos. Después empecé a tomar cosas de otros, de lecciones que iba mirando. Una vez vi un video de Louis Ck hablando en el aniversario de la muerte de George Carlin donde contó como a él le cambió la carrera, y lo hizo ser mejor comediante, tomar el ejemplo de George Carlin, que escribía un monologo por año, que tiraba todo lo que escribía a la basura y volvía a empezar nuevamente. Louis Ck dijo que él había tenido el mismo monólogo durante diez años. A mí me pasó eso, dije: “Hay que seguir, hay que cambiar, escribir y confiar en lo que viene”.

También los delirios de Eddie Izzard me gustan mucho. La profundidad y lo ácido de Bill Burr. Bill Hicks obviamente es uno de los preferidos. Son todos comediantes que si te gusta el futbol estás hablando de Bochini, Maradona, Batistuta. En la comedia ellos son los mejores.


¿Cómo medís cuánto tiempo puede durar un chiste?


Depende mucho de cada uno. Hay gente que no puede largar sus chistes. A mí me pasa que me aburro, llega un momento en que no los quiero ver más. Por otro lado hay gente que tiene muchos seguidores y ellos se saben todos los chistes entonces hay que renovar, a mí me paso con el unipersonal (Joven), que ya lo estoy despidiendo y cambiándole muchas cosas. Joven es una recopilación de mi último año y la mitad es nuevo. Hay mitad nuevo mitad viejo, porque es un proceso, no es que paro de trabajar, estoy seis meses escribiendo y arranco. En el camino voy dejando el material de a poquito, y voy a agregando. Si me venís a ver 6 meses después te vas a dar cuenta que el 70% es material nuevo. Si me venís a ver al año todo el material es nuevo.


Viviste un tiempo en México ¿Cómo llegaste ahí?


Fui a probar suerte en un momento en el que acá recién empezaba con el stand up, a principios de 2013. Principalmente fui a trabar en publicidad, porque en ese momento trabaja más con publicidad que con la comedia y terminé haciendo más stand up que otra cosa.

Me metí en un casting de Televisa y grabé tres programas para un canal con estilo a Comedy Central que se llama Standparados. Me fue muy bien, laburaba dos o tres veces por semana y terminé haciendo mucho al stand up. Cuando volví a Argentina, si bien en Disney hice un poco de dirección de contenidos, decidí dedicarme a full al stand up.


¿Haber estado en Mexico te dio proyección internacional?


Creo que sí, más que nada las redes sociales. Tengo seguidores de Chile, Uruguay, España y demás países. No sé si llego a juntar 300 en un teatro, pero en las redes hay gente de todos lados.


¿Estuviste haciendo stand up fuera de Argentina?


Hice un seminario en Estados Unidos, en American Comedy Institute y después me fui a probar a los open mics de allá, que son lugares donde uno va a hacer stand up por 5 minutos. Fui a 5 lugares de esos y me divertí mucho, fue más diversión que ir a trabajar.

La técnica de stand up se aprende fácil, Ir a un curso de stand up es casi como ir a un curso de boxeo, es muy simple, se aprende rápido. Ya sabía la técnica, pero sabía que algo nuevo iba a aprender, y la verdad me llevé muchas cosas que tienen que ver con lo comercial del stand up. En Estados Unidos lo ven como un trabajo como cualquier otro, de mucho esfuerzo, pero de mucha recompensa económica. Me enseñaron que es un trabajo y que hay que ocuparse de las redes sociales, de tener gente, de que te llamen y de ser original. Un montón de cosas que quizás las tenía en cuenta, pero esto me hizo pensar que es importante en serio. Si twitteas bien, si instagrameas bien y si movés bien las redes te genera público, y te va a ver gente. Es muy difícil si no levantas la voz.


Te fuiste a Nueva York, el gran semillero de la comedia


Sí, estar en Nueva York fue para mí juntar la cosa más emocional, estar en el lugar donde salieron los más grosos y jugar a ser un poco ellos y sentirme bien conmigo mismo. Me sirvió para juntar valentía y decidir vivir de esto y nada más.


¿Qué comediantes contemporáneos te gustan?


Louis Ck es el mejor comediante del momento, también me gusta mucho Bill Burr, que lo vi el pasado noviembre cuando fui con mis compañeros de F3 Fernanda Metilli y Diego Fernández. Me gusta mucho Eddie Izzard que hace bastante no hace nada nuevo.

De Argentina Juan Barraza y Fernando Sanjiao son de mis preferidos y Pablo Fábregas también.


¿Qué es lo próximo?


Con Fernanda y Diego que ahora hacemos F3 vamos a hacer una apuesta más grande, en un teatro más grande los viernes y sábados a partir de abril. Tenemos muchas ganas de crecer, también le vamos a cambiar el nombre al espectáculo, se va a llamar Arriba y vamos a estar en el teatro Picadilly. En fin, va a ser más masiva, con publicidad y con una nueva producción.

La otra apuesta es mover el unipersonal por todo el país. Viernes y sábados voy a estar en Capital, jueves y domingos voy a hacer las provincias y en la semana voy a trabajar en un programa de radio o televisión, o los dos. La idea es tener el día ocupado haciendo comedia, haciendo reír en radio, haciendo reír en televisión y en teatro. Haciendo reír básicamente.


¿Te gustaría actuar cine o televisión fuera de la comedia?


Más o menos. Me gustaría, pero no lo busco tanto. Soy más de hacer contenido diario. Una película tarda meses en filmarse y después hasta que se edite y se estrene falta más tiempo. Soy muy ansioso, soy producto de los contenidos rápidos, pero me divierte. Podría hacer una película, pero no querría ser actor de películas. No quiero ser Adam Sandler, prefiero ser un comediante que haga cosas en medios. Por ejemplo me gustaría hacer un programa como el de Jimmy Fallon (The tonight show starring Jimmy Fallon), ser un conductor que pueda imitar, que pueda cantar, que tenga invitados, que pueda hacer stand up. A mí me divierte mucho hacer cosas durante la semana que no tengan que ver con el teatro y variar. Necesito estar activo.


¿Crees que es posible un late night show en Argentina?


El tema acá es cuando quieren hacer un late night de afuera y no lo adaptan del todo bien. Para mí no se tiene que notar que es un late night para que funcione. La gente no entiende lo que es un late night, pueden ser muy pocos los que lo entiendan. Y el conductor marca todo. A mí me gustaba mucho Pettinato cuando hacia Indomables o Duro de domar y eso era un late night, pero no te lo decían. Era un programa de chismes y de actualidad donde él empezaba con un monologo, con una ciudad de fondo en su escenografía, con música y con sketchs. Después si haces un late night basado en la estructura clásica de escritorio con la taza y el logo del programa, estás buscando una estética que puede que no funcione. Es lo que pasa en el programa de Wainraich, El mundo desde abajo, que es un late night que está semanalmente grabado en un canal de cable. No existe eso, un late night es un programa en vivo que tiene que ser más fresco, más activo, más de hoy, más rápido, no es un contenido que podes ver en Netflix.

The tonight show starring Jimmy Fallon también es el late night más conocido, pero hay otros menos conocidos que están muy buenos, como el de Seth Meyers (Late night with Seth

Meyers), que me parece un genio total, es muy muy bueno. Cada tanto veo alguna nota de Jimmy Kimmel (Jimmy Kimmel Live). Conan O’brien (Conan) es el mejor de todos, es histórico. Jay Leno también era un capo, Jhonny Carson. Me gusta mucho el formato late night, es una cosa muy neoyorkina, de noche, un antro con la pared de ladrillos y gente tomando tragos y todo ese estilo me gusta mucho. Pero estamos acá y hay que hacerlo acá.


Sos muy popular en instagram por tus videos, ¿sentís la presión de hacer uno nuevo cada día? ¿De dónde salen tantas ideas?


Sí, no sé. Es un problema ya. A veces no tengo muchas ganas y lo hago igual, me lo tomo realmente como un trabajo. Como si fuera un programa de radio o de televisión, pienso: “Hoy no tengo ganas pero tengo que salir al aire igual”. Y tengo que subir cosas que estén buenas. Me lo tomo como un trabajo de comunicación. Hoy es mi único medio de comunicación constante que tengo con la gente. Si tuviera un programa de televisión quizá no estaría tan pendiente de armar videos, porque sabría que a la noche tengo un programa que llega a muchos hogares, pero al no tener nada es la forma de estar todo el tiempo conectado. Y el día que anuncias un show tenés mucha gente activa.



El 26 de febrero presenta Joven en Córdoba con joven y el 12 de marzo en La Plata.


Los sábados está en F3 con Fernanda Metilli y Diego Fernández en The Cavern, Paseo la Plaza.



Si no lo conocés, mirá una de sus performances, acá:

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