"Una Noche de Amor es una película muy cristalina"
En 2013, el director Hernán Guerschuny debutó en la pantalla grande con El Crítico, una ópera prima repleta de referencias cinéfilas. Ahora, él, también parte del equipo directivo de la revista Haciendo Cine estrena su segundo largometraje, Una Noche de Amor, protagonizada por Sebastián Wainraich y Carla Peterson.
¿Cómo surgió el proyecto?
Seba (Wainraich) me entrevistó para su programa de radio cuando yo estaba estrenando El Crítico, mi primera película. Me comentó a la salida que tenía un guión escrito y me lo mandó inmediatamente. Lo leí y me divertí un montón, lo leí muy rápido. Lo llamé y le dije que nos pongamos a trabajar. Después escribimos juntos durante un año.
¿Nunca se dudó que fuera comedia?
No, por ahí lo que fue ganando fue como en capas, en relieve. Es una película muy dialogada, muy expuesta la información. La fuimos trabajando como en una estructura un poco más interesante, buscamos que alguna información sea dicha de una manera más visual o auditiva, alejándose de los cliché y lo declamativo.
¿Cuánto duró el rodaje?
Fueron 5 semanas. Fue una postproducción bastante corta y en total el proceso de la película duró 1 año, que es muy poco para una película.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Sebastian Wainraich y Carla Peterson?
Excelente, no solo me hice dos amigos sino que además se entregaron mucho, con toda la experiencia que Carla tiene. Se entregaron mucho a ser dirigidos. Tenían ganas de que trabajemos muchos los personajes y que se crea esto de que ellos son un matrimonio que preexiste a la película hace doce años. Estamos entrando a un universo que ya existía, eso había que laburarlo mucho.
¿Viviste una noche similar a la de Una noche de amor?
Uno cuando está casado y con hijos visita el tono que tiene esta película, que es esta idea de que el matrimonio es algo que uno elije pero que también puede sonar como un disco rayado, como el de Sinatra que aparece en la película. Es un disco que te gusta pero que es imperfecto. Finalmente el matrimonio es un sistema que no es perfecto, como la democracia, está lleno de problemas pero es el mejor sistema que conocemos.
¿Esta idea del matrimonio fue surgiendo a medida que escribían el guion o la idea central cuando recibiste lo de Sebastián era esa?
Se va encontrando. Yo creo que cuando uno va ensayando, leyendo y actuando se da cuenta que empiezan a surgir temas, que van surgiendo solos. Empieza cierta continuidad de algunos elementos que terminan de conformar un tema. No suelo arrancar por temas, sino por personajes. Después eso empieza a arrojar un montón de elementos.
¿Vos sos cinéfilo? Porque en El crítico tenemos al personaje de el crítico, justamente, y acá hay algunos guiños...
Si, yo soy súper cinéfilo, de hecho hago una revista de cine hace 20 años. Me gusta mucho el cine. A diferencia de El crítico que era una película esencialmente cinéfila -es un tipo atrapado en la enfermedad del cine-, acá yo no quería, justamente, hacer una película referencial. Quería hacer una película honesta, llana, con dos personajes que son eso y no con un director haciéndose el canchero. El desafío estaba en eso.
No tomaste referencias de películas o de directores entonces...
Uno siempre las toma pero más para que te funcione cierta idea que tenés de esta película que querés homenajear. En El crítico sí, me la pase haciendo eso, en esta no, esta es una película muy cristalina en ese sentido, son dos personajes dialogando sin elementos extracinematográficos que me permiten hacerme el canchero. No hay una voz en off o una música que subraya una situación, son estos dos personajes que te los tenés que creer o si no estás en problemas.
¿Tenés pensada tu próxima película?
Si, tengo un guión ya terminado, para filmar, que lo escribí con Jazmin Stuart. Ahora tengo que volver a leerlo y ver que me pasa, porque lo escribí antes de empezar con esta película. Hay otro que estoy escribiendo pero que es más complicado, es medio un delirio, me falta mucho trabajo.
¿Son comedias?
Son un poco como Una noche de amor, son comedias, pero no...
¿Cómo ves el cine argentino en la actualidad?
Yo creo que el cine argentino logró una diversidad mucho más grande de cuando nosotros empezamos a hacer la revista, por ejemplo, hace 20 años. Hoy hay directores que filman todos los géneros en tonos distintos, actores muy conocidos que hacen películas independientes y al revés, directores muy nobeles que quieren hacer películas para el público. Son cosas que se empiezan a cruzar, que cuando nosotros empezábamos estaban muy diferenciadas. Antes o filmabas una película comercial o filmabas una película independiente para que vean 7 personas, o sea, no se mezclaba. Ahora yo siento que se mezcla mucho. Creo que cuanto más diversidad y menos prejuicios surgen cosas mucho más interesantes.