Review: Carol
- Martín Segarra
- 4 feb 2016
- 2 Min. de lectura
La historia de un amor prohibido rebosante de detalles de la vida en la década del 50 es lo que nos presenta Carol, el más reciente film de Todd Haynes. Un cigarrillo con marcas de lápiz labial, un piano que emana notas suaves en alguna habitación distante y una sensación narcotizante que prevalece durante todo la historia son sólo algunas de las marcas de excelencia que presenta este drama.

Cate Blanchett le da vida a Carol, una mujer infeliz que está atravesando un divorcio y que se enamora perdidamente de Therese, una encargada de un negocio que ella frecuenta y quien es excelentemente protagonizada por una sobria Rooney Mara. Ésta última le quiere vender a Carol un tren de juguete para que ella le dé a su hija en Navidad. Como es un artefacto bastante grande, debe ser enviado directamente a su casa, por lo que ella provee a Therese con la dirección. Cuando Carol se olvida sus guantes en el mostrador, una desenfrenada historia de amor da sus primeros pasos.
La performance de Blanchett requiere de un párrafo aparte, ya que da en todas las notas correctas, con una elegancia que sólo es igualada por su miedo e inseguridad ante la aventura que se le presenta.
Sarah Paulson le da un respiro al drama con Abby, la antigua amante de Carol y actual mejor amiga. Ella y el furioso ex esposo protagonizado por Kyle Chandler, constituyen dos personajes de soporte que evitan que el film caiga en el melodrama excesivo, dándole un toque fresco y atractivo.
Carol no sólo nos muestra con sobriedad y misterio la vida que las personas homosexuales llevaban adelante en esos tiempos, sino que también enmarca a la perfección la sensación de depresión y autocontrol dentro de cual la protagonista vive encerrada y ahora debe emerger para hacer frente a sus sentimientos.
Sin embargo, no sería correcto calificar al film como una película “de gays”, ya que ninguna de las dos mujeres utiliza ese término para describirse y, aunque se podrían trazar paralelismos con Secreto en la Montaña si se piensa en los dos hombres que no podían mantenerse separados, los personajes presentes en Carol responden a una atracción casi por instinto, la cual gradualmente destruye convenciones sociales e inhibiciones personales.
Con un guión magistral y las excelentes actuaciones ya mencionadas, sumado a unos sobresalientes valores de producción y certera ambientación, no resulta difícil recomendar Carol para cualquiera que busque un drama de calidad.
Comments