El Gran Truco
Cuando todos corrían hacia adelante, él se teletransportaba. Cuando todos cambiaban, él evolucionaba. Cuando todos lo imitaron, él se los sacó de encima con la elegancia de una gambeta riquelmeana, le tiró un caño al pop y se esfumó, como un mago. Es que el Duque Blanco es también el mejor ilusionista.
Reality (2003) había sido su último truco, ese que distrae en una esquina del escenario para hacer el escape por la otra. Fue Bilbo Bolsón poniéndose el anillo el día de su cumpleaños, para no volver jamás. Tras 10 largos años de silencio, en 2013 Bowie volvió con el gran The Next Day, cargando con la grandilocuencia medida del que no necesita nada más, con el ritmo acompasado del que ya lo tiene todo, pero necesita un trago más de adrenalina.
Tres años después llega Blackstar. Esta vez, según los rumores que se han colado entre las rendijas (o tal vez, más probablemente, por medio de esa red inalámbrica e invisible que atraviesa todo) la orientación musical ya no será hacia esos pasajes estilo siglo XXI, con synthes colgados y la guitarra como alternativa. Ahora, la apuesta es otra: extender la trilogía de Berlín y convertirla en un cuarteto; construír una nave del tiempo y seguir viviendo en un off-side histórico, para volver a vivir en posición adelantada. para viajar al siglo XXII.
Originalmente publicado en el dossier impreso del mes de Enero de la Revista Spoiler.