Review: Una Buena Receta
Adam Jones, un chef reconocido internacionalmente, intenta volver a la cocina para conseguir que la crítica le otogue tres estrellas Michelín, el mejor puntaje en el rubro. "Si consigues tres estrellas Michelín, eres Yoda", le explica David - uno de los personajes- a su novia, y es algo que Adam pareciera compartir enteramente.
Perseguido por un pasado plagado por los vicios y malas relaciones, se emprende en este nuevo desafío que no es más ni menos que cocinar en una ciudad distinta -ya que se desempeñó en París, pero ahora se encuentra en Londres-, para gente distinta, en una época diferente, con un equipo de cocineros seleccionado por él mismo. Pero, sobre todo, el protagonista deberá enfrentarse contra obstáculos que tienen que ver con un desafío personal: Deberá ser fuerte ante la tentación de dichos vicios y librarse del egocentrismo que lo caracteriza, para poder liderar al grupo en la cocina como un compañero y no como un déspota, y así conseguir exitosamente el objetivo.
Las películas sobre gastronomía suelen hablar más que de comida. La comida se presenta como un arte y el arte, atravesando a las personas que se sumergen en él. Basta con ver "Julie & Julia" (2009) o "Como agua para chocolate" (1992), para pensarlo. "Una Buena Receta" no se queda atrás. La cocina aglutina las relaciones entre los personajes y, a través del factor de la pasión, salen a luz los puntos fuertes y las debilidades de cada uno.
Las actuaciones no deslumbran, pero no son nada malas. El papel de Adam Jones pareciera estar hecho especialmente para Bradley Cooper. Es el personaje arrogante e irónico que ha sabido enamorar al público, tal como se lo ve en The Hangover (2009). Después, se puede destacar la actuación de Daniel Brühl, con un personaje tímido, neurótico y algo molesto, que contrasta mucho con el de Cooper. Una suerte de C-3PO, si se quiere insistir con las referencias a Star Wars. Además, hay interesentantes pequeñas apariciones que realzan el sabor: como la de Uma Thurman, interpretando a una despiadada crítica o la de Emma Thompson, haciendo de una psiquiatra con más alma de amiga que de doctora.
En cuanto a lo que concierne a lo estético, la atención se la ganan los primeros planos a esas comidas gourmet y una fotografía fascinada con los paisajes londinenses. Genial escenografía: La mirada se pierde entre esos restaurantes modernos y finos, y esas cocinas prolijas y elegantes. Finalmente, si bien la música no juega un papel tan importante, se mueve al ritmo de la tensión que se crea en la cocina, similar a la de un quirófano, generando en total, una ambientación muy bien lograda.
"Una Buena Receta" es una película que sabe mezclar muy bien las situaciones dramáticas con una pizca de comedia, lo que mantiene al espectador enganchado durante todo su transcurso. Busca la forma de mostrar las dificultades y los esfuerzos que contempla el querer cumplir los sueños, a pesar de tener un protagonista con una carrera consagrada. Busca la forma y la encuentra, sin perder el toque de humor que alivia tensiones.
Puede no ser la película que despierte la ansiedad de verla en el cine o que ocasione salir embelesado/a de la sala, pero no es motivo de arrepentimiento alguno, al contrario. Es importante resaltar, además, que puede disfrutarla cualquier público.
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