Review: El regreso de The X Files
The X-Files volvió ayer por la noche. Se trata de uno de los regresos televisivos más esperados por la audiencia. No solo porque siempre es bueno ver a Mulder y Scully en pantalla y en acción. No solo porque se trata de una de las series más exitosas de la historia. Sino también porque es un fenómeno que moldeó, de alguna forma y en gran parte, a la cultura geek actual: un fenómeno que le dio lugar a una generación de personas que querían creer. Un lugar para los “spooky” del mundo.
El formato elegido para este retorno es el de miniserie. Cuenta con la participación del elenco principal original, David Duchovny como Fox Mulder, Gillian Anderson como Dana Scully y Mitch Pileggi como Walter Skinner. Y el creador, a quien se le debe todo, está también a bordo: Chris Carter.
El estreno lo transmitió Fox, en un especial de capítulo doble. El primero, “My struggle”, inicia con la voz de Mulder relatando qué fueron y significaron los expedientes secretos X, mientras fotos de distintos casos se quemaban en pantalla. Piel de gallina para los fanáticos. Pero lo que siguió después no fue nada satisfactorio. El inicio retoma la teoría de la conspiración extraterrestre: el planteo de que el gobierno oculta información, el leitmotiv a través de todas las temporadas. Los televidentes se encontraron con el Mulder obsesivo de siempre y una Scully menos escéptica. El capítulo no estuvo a la altura de las expectativas, y el planteo se tornó algo demasiado paranoide hasta para Mulder.
Sin embargo, el segundo episodio repuntó. “Founder’s mutation” retomó el viejo espíritu de The X-Files, con un caso unitario que podría o no tener que ver con la trama principal. Hubo algo reconfortante de ver a Mulder y Scully en pantalla mientras resuelven un caso juntos, un gusto a algo familiar, conocido y bueno.
Lo cierto es que ambos capítulos dejaron incógnitas abiertas, y la única forma de resolverlas es esperar a las próximas emisiones. Por lo pronto, es bueno ver a The X-Files en pantalla otra vez. La verdad sigue ahí afuera, y más de un creyente está dispuesto a encontrarla.
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