Review: La Gran Apuesta
La fuerte crisis económica del 2008 tomó por sorpresa a muchos, pero hubo cuatro personas que vieron venir la tormenta y supieron cómo salvarse. Olieron las mentiras de los bancos y entendieron que el mercado inmobiliario no era tan inquebrantable como se creía, por lo que, inteligentemente, decidieron hacer un corto, apostar en contra de este mercado. “The big short” (2015) presenta de forma muy original, el Lado B de lo ocurrido en Wall Street y las mentes que estaban viendo, cuando nadie miraba.
Y sí, nadie miraba… Por eso la sorpresa. Este es uno de los elementos más interesantes del filme, sin dudas. Una crítica constante. “Caminan como si estuvieran en un video. Están preocupados por el béisbol o por la actriz que entró en rehabilitación”, dice Mark, uno de los personajes, mientras habla por teléfono. Pero lo más impactante es cuando esto es llevado a lo visual. Adam McKay invade al espectador con imágenes y música icónicas de principios del 2000: La cultura pop, cegando y distrayendo a la gente de lo que realmente debería preocuparle, y un ritmo, producto del exceso de consumo, que asfixia.
Una película que contiene componentes biográficos y dramáticos, pero encuentra su lugar en la comedia negra y es allí donde más se luce. Lo que no se destaca en lo estético y lo visual, se hac fuerte en ese atrapante guión. Al principio, el que desconoce términos sobre la economía puede sentirse abrumado, pero irá despejándose con explicaciones simples. Es aquí donde aparece otro elemento a subrayar: una obra que pareciera tener la intención de despertar a aquellos dormidos, a aquellos engañados por los bancos y la bolsa, a aquellos que se limitan ante quienes hablan con “palabras complicadas”. También, lo que no deja de robar el interés del público, en cuanto al guión y en cuanto a la “intención de despertar”, es la estructura y su(s) narrador(es): Se rompe con “La cuarta pared” y de repente, el espectador se topa con los protagonistas conversando con él, explicándole lo ocurrido, como quien le habla a un colega.
Las actuaciones, impecables. La protagonizan Christian Bale, Ryan Gosling, Steve Carell y Brad Pitt. Si se trata de elegir, podría decirse que las que más se destacan son las de Bale y Gosling. El primero, a quien se lo ha visto en papeles que involucran a la acción, acá, sorprende con un personaje que tiene que ver más con lo intelectual, que da la imagen de tener alguna patología y es caracterizado por ser bastante asocial. El segundo, bastante al contrario, un sujeto con capacidad de convicción, atrevido y perspicaz. Por último, como marco, tiene un muy genial soundtrack, con temas de Metallica y Gorillaz, que acompañan a la perfección al acelerado ritmo del consumo cegado que pareciera que se quiere representar.
Recomendada tanto para quien esté interesado en las problemáticas financieras, como para quien no. El director y guionista, McKay, basándose en el libro de Michael Lewis, supo cómo transformar aquella denuncia social, trabajada monótonamente en otros filmes, en una comedia, de forma que termina siendo una obra muy entretenida, que a la vez busca generar cierta indignación.
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