Review: Star Wars: El Despertar de la Fuerza
Cuando fue anunciado que Disney produciría una nueva trilogía de StarWars, lo primero que surgió fue la imagen simpsoniana de un LukeSkywalker en medio de un musical. Luego, con la aparición de los primeros trailers, la fuerza legitimadora de la aceptación popular empezó a dar buenos augurios.
Hoy, tras es el estreno, esos “buenos” augurios resultan escasos ante semejante despliegue, completamente consecuente, natural y superador de la trilogía original (y ni que hablar, de la trilogía de los 2000). Es que reúne lo mejor de todos sus genes: reduce al mínimo y necesario la charla política explotada en los episodios I, II y III, recupera la mística aventurera de Una Nueva Esperanza y El Imperio Contrataca y afila el humor sutil y repentino que insinuaba en otras ocasiones.
Los protagonistas: creíbles y necesarios, agobiados por la sombra dual que persigue a todos los héroes de StarWars: predestinación o libertinaje. Han Solo (Harrison Ford), ahora famoso en el universo, lejos
de dar la lástima de un abuelo desconcertado, se vuelve a calzar la chaqueta de piloto y afila más que nunca su dialéctica con Chewbacca.
Es cierto, algunos giros argumentales recuerdan al episodio IV, pero su diferencia es total: antes todo parecía correr tan sólo en la dirección del duelo imperio-república, ahora, la psiquis de los personajes resulta más autárquica, más variopinta y conflictuada, grises en medio de tanta batalla luz vs oscuridad.
Con el uso de una fotografía completamente reconocible en el universo StarWars, una utilización emotiva de la música y un montaje dinámico, J.J. Abrams parece haber confirmado las palabras que afirmaban que había nacido para ocupar ese puesto. Alguna vez, antes del estreno, Abrams afirmó que la no aparición de Luke en los tráiler tenía una razón. Y sí que la tenía.
Hay una frase hecha que dice que las segundas partes nunca son buenas. Eso nada dice de las séptimas partes. Esta vez, el nuevo film, inesperado para algunos e innecesario para muchos otros, es inmenso y abrumador. Sí, El Despertar de la Fuerza es superior a sus predecesores.