Yamandú Cardozo: "El carnaval es un género que nos salva la vida"
Agarrate Catalina siempre da un paso más. Siempre lo dio en el marco en del carnaval y ahora lo da por fuera, presentando Un día de Julio, por segunda vez en Buenos Aires, en el Gran Rex, el próximo 3 de diciembre.
La murga, esta vez, decidió no salir en el carnaval uruguayo para hacer un espectáculo distinto, sin el marco regulatorio del concurso, con la idea de brindar un relato con estructura de cuento. La historia cuenta la vida de Julio, un muchacho a la vez misterioso e inteligente que vive en su casa encerrado y que no conoce el mundo exterior.
Para hablar del espectáculo, de la actualidad y las perspectivas del carnaval, nos comunicamos con Yamandú Cardozo, una de las caras más visibles y fundador de la murga, que nos atendió desde Montevideo.
¿Qué diferencias encuentran a la hora de hacer Un día de Julio y los espectáculos que usualmente hacen en carnaval?
Son varias las diferencias, y también son varias las coincidencias. Hacemos murga, seguimos haciendo murga que es un género que nos salva la vida y que amamos. La diferencia principal es la libertad de no tener una legislatura cerca ni ninguna normativa que dictamine hasta dónde va el espectáculo. Nosotros siempre creamos con una absoluta libertad, con una inmensa honestidad más allá de la calidad y el juicio final del espectáculo que siempre tiene el que lo ve, decíamos lo que queríamos decir dentro de lo permitido, y no solo hablo de los reglamentos tácitos que no se castigan con una puntuación negativa, si no los reglamentos claros y concretos: tantos minutos de duración del espectáculo, tantos componentes en escena, tantos minutos para instrumentos no tradicionales. La principal diferencia es esa, pero es enorme a la hora de encarar una manera de creación u otra. Acá desbloqueamos una cantidad de caminos nuevos, recursos estéticos, visuales, narrativos, algunos son novedosos y tienen un gusto a debut, entonces es un crecimiento.
¿Te parece que el carnaval podrá tomar en cuenta alguna de las ideas de Un día de Julio como poder contar un cuento o la parte audiovisual?
No sé cuánto el carnaval se va a fijar en este espectáculo. El carnaval siempre actúa por imitación y por réplica, no hablo solamente de La Catalina, desde siempre nosotros hemos hecho eso, las murgas que empiezan, las murgas nuevas miran murgas, se enamoran y las replican, nosotros hacemos una síntesis de las murgas que vimos, que nos forjaron. Con el concurso del carnaval particularmente se ha potenciado el seguimiento de un modelo, generalmente el modelo exitoso, se han modificado hasta los reglamentos en base a la competencia, es decir, para intentar que no se beneficie el otro o el rival, se han cambiado reglamentos de acuerdo a potencialidades los competidores. El carnaval, a la vez que alaba y replica, también condena a ciertos modelos exitosos. No estoy al tanto de cuánto el carnaval mirará este espectáculo, no lo sé, a nosotros nos resultó muy enriquecedor y siento que nos hace mejores artistas. Este experimento fue hecho por ganas y por necesidad, no como estrategia calculada, no como un cartel, que además sería falso, de vanguardistas de momo. hacemos lo que hacemos por una necesidad honesta y profundísima, diversión, ganas de romperse a sí mismo, de buscar un punto distinto y de disfrutar de nuevo truco, de una nueva ilusión. La verdad no sé cuánto mirará el carnaval o los carnavaleros algo que, si bien lo refleja, está afuera de su alcance y de su normativa.
¿Cómo ves el carnaval hoy? ¿Hacia dónde te parece que va?
Siempre el carnaval tiene cosas que están buenísimas y el presente no es la excepción. Hay cosas que están mortales, colectivos que están buenísimos, cosas bárbaras que aseguran la continuidad de la fiesta popular y del género. Desde el punto de vista artístico, el carnaval está súper vivo, súper saludable, súper sano. Sí me parece que hay una tendencia a sobredimensionar la competencia dentro de la fiesta que a mí no me gusta tanto, la imitación de los modelos triunfantes, la homogeneización de las tendencias de acuerdo a como resultan premiados los espectáculos, el ceñimiento excesivo a la normativa en pos del reconocimiento oficial del establishment, no sólo desde los premios de lo formal, sino de la aprobación general de un producto carnavalero. Eso me parece un poco peligroso. No sé qué va a pasar ahora, creo que habrá nuevas síntesis y eso es exponencial. Siempre el carnaval se está reinventando y está vivo y movedizo.