Review: Adele- 25
Lo nuevo de Adele es una enorme contradicción. En una escena del pop completamente atomizada, despiadada e hiper-veloz, la carrera parece estar puesta en lograr el tema más pegadizo, alegre y simple posible. "Shake It Off", "All About That Bass", "Roar" o cualquier ejemplo de cualquier cantante pop sirven como representativas de ese estilo. Adele, en medio de eso, hace canciones reflexivas, mechadas con la alegría acompasada de una tarde de verano, para luego seguir con un mediotiempo sobrecargado y volver a comenzar con el círculo.
Para 25, su tercer álbum de estudio, convocó a Max Martin como productor, algo así como "el que trabajó con todos": desde N'Sync hasta Taylor Swift, desde Backstreet Boys a Bon Jovi o Britney. Garantía de confianza. Pero el resultado final, una vez más, confunde, no tanto desde su orígen, sino más en su dirección. Porque no hay ningún hit universal y para todos, como Rolling In The Deep (y qué bueno que así sea), pero tampoco hay un rumbo definido. Lo nuevo de Adele no es ni para la adolescente enamorada, ni para la abuela curiosa, no es ni para la cuarentona arjonera ni tampoco para la veinteañera divertida. Lo nuevo de Adele parece ser para ella misma.